Asociación Lánzate alarma sobre la creciente propagación de Monkey Pox (Viruela del mono)

La alarmante alza de casos preocupa a la comunidad

Lanzarote, 21 de junio de 2024 - La Asociación Lánzate ha expresado una profunda preocupación por el notable aumento de casos de Monkey Pox, también conocida como viruela del mono, en España. Desde el inicio del brote en abril de 2022, se han confirmado 8,030 casos, con un incremento reciente de 38 casos desde la última actualización en abril de 2024. Esta situación epidemiológica subraya la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar la propagación del virus.

Estadísticas y propagación

A fecha de 3 de junio de 2024, los casos confirmados se distribuyen en 17 Comunidades Autónomas, con Madrid (2,727 casos) y Cataluña (2,452 casos) siendo las regiones más afectadas. En Canarias, se han reportado 176 casos, representando el 2.2% del total nacional. La infección afecta principalmente a hombres, representando el 97.8% de los casos en 2024, pero también hay reportes en mujeres y niños, demostrando que el virus no discrimina por género ni edad.

Modo de transmisión y casos familiares

La viruela del mono se propaga principalmente a través del contacto estrecho de piel a piel. Aunque la mayoría de los contagios recientes (82.3%) ocurrieron en el contexto de relaciones sexuales, es crucial destacar que el virus no se limita a la transmisión sexual. Se han reportado casos de transmisión entre miembros de una misma familia, lo que enfatiza que el riesgo no se restringe a hombres que tienen sexo con hombres (HSH).

Desarrollo del virus y confinamiento

El virus de la viruela del mono suele desarrollarse en varias etapas. Tras la exposición al virus, los primeros síntomas pueden aparecer entre 5 y 21 días, siendo el promedio entre 7 y 14 días. Los síntomas iniciales suelen incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga y linfadenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos). Luego, aparece una erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esta erupción evoluciona en fases: primero como manchas planas, luego elevadas, vesículas llenas de líquido y, finalmente, pústulas antes de formar costras que se caen.

Las personas infectadas deben permanecer en aislamiento hasta que todas las lesiones hayan desaparecido y las costras se hayan caído completamente, lo cual puede tardar entre dos a cuatro semanas. Durante este tiempo, es crucial evitar el contacto estrecho con otras personas para prevenir la propagación del virus.

Vacunación y medidas preventivas

Para protegerse contra la viruela del mono, se recomienda una vacunación doble, que proporciona una defensa efectiva contra el virus. La Asociación Lánzate insta a la población a seguir las pautas de vacunación y a adoptar medidas preventivas como evitar el contacto estrecho con personas infectadas, usar protección durante las relaciones sexuales y mantener una higiene adecuada.

Riesgos para la salud y preocupaciones de la Asociación

La viruela del mono puede causar fiebre, dolor muscular, fatiga, dolor de garganta y, en algunos casos, complicaciones graves como infecciones bacterianas secundarias y hospitalizaciones. Los síntomas cutáneos suelen manifestarse como erupciones en las zonas anogenital, oral y otras partes del cuerpo.

Como asociación comprometida con la salud y la educación sexual, Lánzate está especialmente preocupada por el aumento de contagios entre jóvenes que practican sexo en grupo sin protección. Estos comportamientos de riesgo elevan significativamente la probabilidad de transmisión del virus.

Recomendaciones en caso de contagio

Si una persona sospecha que ha contraído la viruela del mono, debe aislarse de inmediato y buscar atención médica. Es fundamental seguir las instrucciones de los profesionales de salud para evitar la propagación del virus a otras personas. El seguimiento riguroso de estas directrices es crucial para controlar el brote y proteger a la comunidad.

La Asociación Lánzate hace un llamado a la responsabilidad individual y colectiva para enfrentar esta crisis sanitaria. La prevención, la vacunación y la educación sobre las vías de transmisión son esenciales para combatir la propagación de la viruela del mono y proteger la salud pública, especialmente entre los grupos más vulnerables.